En esta entrada de blog voy a compartir lo que sé sobre el Decreto “Yo Soy” y por qué creo que es tan poderoso. Desde que empecé a trabajar con este decreto y más aún cuando lo incluí en las meditaciones, obtuve cambios muy positivos en mi manera de pensar, sentir y hablar.
Las circunstancias que vivimos día a día nos ponen en evidencia lo vulnerables que somos.
La educación que hemos recibido, la gran mayoría, nos ha alejado bastante de quienes somos en realidad. Desde mi punto de vista, nos han moldeado para encajar y no somos capaces de conectar con nuestro poder personal. Afortunadamente, hay un despertar general que nos está invitando a cuestionarnos lo establecido para trasformar el sentido de la vida.
En este artículo voy a tratar de explicarte como un decreto puede volverse un hábito capaz de cambiar la perspectiva que tienes de la vida.
Qué significa el Decreto “Yo Soy”
El decreto “Yo Soy” es la manera en que definimos el Uno, el poder de la conciencia, la comunión con la divinidad. Este decreto nos ayuda a conectar con lo esencial y con nuestra verdadera esencia.
Recuerda que primero todo nace y se crea en lo etéreo, en lo no visible.
El decreto “Yo Soy” activa, tu poder interior de transformar y cocrear. Este poder lo traemos por naturaleza, pero lo desconocemos.
Empezar a trabajar con este decreto a diario o con cierta frecuencia despierta una conexión interior, sanadora y transformadora. Hay varios libros dedicados a este decreto e incluso meditaciones inspiradas en estos libros. El conocimiento y la existencia del decreto “Yo Soy” proviene de los Maestros Ascendidos, como el Maestro ascendido Saint Germain.
Si buscáis ampliar la información os recomiendo que leáis los libros de Conny Mendez, el Maestro Koot Hoomi, Neville Gaddard o en libros más actuales como el código de la manifestación de Raimon Samsó. Estos libros nos ofrecen decretos para diferentes situaciones y nos enseñan a conectar con su poder, pero, esto no significa que no podamos crear nuestros propios decretos. Al menos así lo veo yo.
Lo verdaderamente importante es el impacto del decreto en nuestra mente y en nuestro ser más sutil. El poder del decreto en nuestra oración. Eso es lo que en verdad nos transforma. Por lo tanto, sentirnos identificados con el decreto es primordial.
Sin sentimiento, sin integración, la manifestación y la transformación no llegarán.
No se trata de expresar lo que deseamos o de pedir lo que no tenemos, sino de reclamar o despertar lo que sí nos pertenece, porque es nuestra esencia, porque ya vive en nosotros.
Neville dijo: “Yo soy, se dice a sí mismo en silencio, pero sintiéndolo. Solo declare así mismo que es y continúe haciéndolo hasta que se pierda la sensación de solo ser, sin rostro, sin forma».
El decreto “Yo Soy” parte del verdadero yo, no nace del yo irreal, del ilusorio, ni del moldeado. Estos últimos que acabo de mencionar carecen de poder. Por esto comenzar a decretar, nos acerca cada vez más al autodescubrimiento y el despertar de la conciencia. Alejándonos de aquel “yo” que hemos creado para poder sobrevivir dentro del sistema.
Hasta que no asumamos esto, veremos como en nuestra vida se repiten ciclos sin cesar, todo va más despacio, incluso parece más difícil.
Como os he mencionado antes, este decreto ha sido dado por los Maestros Ascendidos de la Jerarquía Espiritual de la tierra con el propósito de expandir las enseñanzas de la Presencia YO SOY. Cuando Hablamos de “Presencia” se refiere a la divinidad que vive en cada uno de nosotros y “Yo Soy” es el reconocimiento de esta divinidad.
Este decreto es la conexión con nuestro Yo Superior más elevado.
Cada decisión que tomamos, la manera en que nos posicionamos ante las situaciones o las personas, parten de la base del yo que prevalece en nosotros. Yo también he estado en este lugar y he actuado de esta manera adaptada a la supervivencia. Aunque esto forma parte de un antiguo paradigma de mi vida, ha sido un largo camino el que tuve que recorrer para comenzar a elevar mi conciencia. Pero debes saber que siempre seguimos evolucionando y me considero todavía una alumna de la vida. Esta visión también me permite abrirme a las nuevas enseñanzas y permitirme disfrutar del proceso.
Espero que vosotros también encontréis en este Decreto un instrumento de descubrimiento y reencuentro vosotros mismos.
La gran mayoría somos alejados de nuestro verdadero yo y es parte del ciclo de la vida entender que esto así es perfecto. Cuando somos pequeños necesitamos un referente, alguien que nos guíe, no tenemos herramientas suficientes, ni madurez para entender y trascender ciertas cosas que sí podemos afrontar en la adultez. Es entonces donde se crean todas las experiencias de que nos bloquean y las creencias limitantes. Claro está que esto depende mucho de los padres y adultos que influyen en nuestra educación.
Ahora, que eres una persona adulta, es el momento, ahora tienes la oportunidad y puedes crear las herramientas para transformarte.
El decreto “Yo Soy” está al alcance de todos. Cuando este decreto llega a nuestra vida es porque estamos listo para transformar nuestra conciencia.
Recuerda que no somos lo que la gente nos ha hecho creer, no somos lo que necesitas a nivel material, ni somos lo que tenemos. Somos lo que elegimos ser y desde el “Yo Soy” lo somos todo.
Lo que manifestamos es lo que tenemos conciencia de ser, por ese motivo “Yo Soy” es el desapego, es la mirada interna, es el camino de vuelta a casa.
El poder del Decreto yo soy
La mayoría aprendemos bien la lección, nos convertimos en buenos productores y consumidores dentro de una sociedad que nos necesita para seguir funcionando.
Creemos que los ritmos automáticos y vertiginosos son normales, que somos lo que tenemos, que somos lo que conseguimos, que somos las medallas que nos colgamos y finalmente, la posición jerárquica que ocupamos. Habitualmente nuestro único objetivo es este responder a quién soy teniendo en cuenta qué posición ocupo dentro de la sociedad o de mi círculo más cercano.
Aprendemos a que el valor viene desde afuera, que se obtiene fuera. Y creo que esta es la principal causa de la desconexión con nosotros mismos.
Personalmente, me alegro mucho de haberme bajado de esta rueda de hámster en la que yo estuve también dando vueltas sin parar, sin llegar a ninguna parte.
Muchas personas son las que hoy están despertando y se están dando cuenta de que este paradigma está obsoleto. De nada sirve hacer para tener constantemente en un ciclo sin fin que, solo para cuando nos enfermamos o nos morimos.
El poder del Decreto, “Yo Soy”, radica especialmente en la vibración que sentimos cuando lo integramos. Vivimos con una vibración tan baja que cuando estamos frente a una alta vibración no podemos pasar inadvertidos. Cuando os hablo de vibración me refiero a la energía que fluye en nuestro interior, que somos.
En otros artículos te he contado que la vibración puede manifestarse con sonidos, colores, símbolos, etc. Os recuerdo esto porque la palabra es una de las vibraciones más potentes que comenzamos a manejar desde que empezamos a hablar. Pocos somos conscientes del poder energético que tiene la palabra. Menos aún de su poder transformador. No somos conscientes de que, la palabra, lo que decimos, así como puede enfermarnos, puede curarnos, así como puede hundirnos, puede elevarnos.
Hoy vengo a recordarte, con este artículo, el poder que tiene la palabra a través del Decreto,”Yo Soy”. Imaginaros que si el simple hecho de pronunciar mentalmente un decreto es transformador que puede suceder, si además lo integramos, lo sentimos, le ponemos una imagen a través de la imaginación, y tenemos una experiencia a través de él.
Al decretar, afirmamos, confirmamos, ratificamos, sentimos, integramos las palabras de una manera efectiva y, por lo tanto, sanamos. Si además lo combinamos con una meditación y lo realizamos con conciencia, intención y constancia, veremos resultados realmente transformadores.
Tú “Yo Soy” está dentro de ti, Neville.
Imaginar, decir y sentir, son los tres ingredientes que nos ayudarán a transitar este camino. No olvidemos que la práctica hace al maestro y poco a poco conseguiremos activar los tres a la vez.
En mi caso, las grabaciones en audio en formato meditación han sido la clave que me ha ayudado a relajarme para poder abrirme camino en este sendero.
El cerebro no sabe lo que es real, a nivel concreto, cuando combinamos estos ingredientes. Así como puedes crear una película mental negativa en tú, mente y creértela, puedes utilizar la técnica para crear una película positiva y con tu final. No lo olvides, usa bien tu poder.
En resumen, el poder del Decreto, “Yo Soy”, no solo radica en el origen de esta frase, sino en como conecta contigo a través de todos ingredientes (Imaginar, decir y sentir) Entrenemos nuestro poder, conectemos con la presencia “Yo Soy” para transformar nuestra vida.
Soy Maestra de Reiki y tienes dudas, puedes escribirme al formulario de contacto.